06 noviembre 2018

Abanicos



Justo en el amanecer del hastío,
antes de la fractura, de los trozos
de rutina, deshacerse las rejas  
de diarios y costumbres…

Justo en la linde roja del temor
que juraste ante el ara infranqueable…

Antes de la huida hacia ese mañana,
hacia cada presente en soledad
que rematas curtida en la derrota.  

Justo en la no mirada: aquella nuca
que permitió el peldaño definitivo…

Antes de desertar, dejarlo todo,
solo al que fue sueño y futuro un día,
granito sobre el que aferrar la vida...

Antes de la herida que abrió
al pretérito, a sus ojos contritos,
a su lluvia al alejarse tu espalda…  

Debiste reparar en esa fuente
ofrecida al alcance, los reflejos
de su caño seco, ciegos tus afanes;

comprender que tu llama
—aún tu piel oasis fresco ante el espejo,
aún tu cuerpo incendio entre las sábanas,
hoy desierto de seda, de deseo… —,
se apaga en estas horas solitarias
pobladas de silencio en tu piso,
en tu nuevo castillo inesperado,
distraídas en labores tus manos:
abanicos para soplar la sal,
para barrer del tiempo los errores.

Del libro "Diatribas"
Finalista XXV Premios de Poesía Luz de Tarifa

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por dedicarle unos minutos de lectura a las publicaciones de este blog, y por tu comentario. Que tengas un buen día y mucha salud.