03 febrero 2023

Islas Errantes: 20 años de poesía en la Fundación Antonio Gala

La Fundación Antonio Gala para Jóvenes Creadores cumple 20 años descubriendo y formando talentos en la poesía. Para celebrarlo, ha editado con el sello editorial de Juancaballos de PoesíaIslas Errantes. Una antología de veinte poetas escogidos, con no poca dificultad, entre 20 promociones de estudiantes residentes,  según escribe en su presentación el poeta Ben Clark, Becario de la III Promoción y Tutor de Poesía en dicha institución. "No ha sido fácil resumir dos décadas de poesía — dice Clark —. Podríamos, sin duda, crear veinte Antologías iguales en calidad, pero muy distintas en el contenido".

Al pasar las ahuesadas hojas —en una de ellas, una foto en blanco y negro de las escaleras de la Fundación, en cuya pared un retrato de don Antonio Gala parece cobrar vida en el rellano— es mejor sentarse. Reposar la espalda en el sofá, acomodarse para la lectura, no para dormir, sino para saborear las dos siguientes intervenciones, cortas pero intensas y certeras.

 

Tres carillas llena un breve prólogo, Dame una palabra de Antonio Muñoz Molina. Leerlas de pie es arriesgado. Identificarse en su contenido es fácil si se ha experimentado la poesía, y sentirse a la intemperie, descubierta o descubierto, puede aflojar las rodillas. Yo, me tuve que sentar. Son dignas de memoria. 

Como una descarga, las palabras del ilustre académico español van venciendo la coraza, adentrándose por los capilares hasta tocar el alma.  "Es asombroso que la poesía nunca deje de escribirse" infiere para atraparte el ubetense maestro de la narrativa. Sabe que este libro se abrirá entre las manos de poetas. Escribe con esa certeza. Aprieta. Secciona con su plumín la hoja "(...) que siga habiendo gente que escucha la llamada de la poesía y que decida seguirla, a perseverar en ella (...)". Y mata, hunde hasta la contera su estilográfica: "(...) sabiendo que la recompensa, si alguna vez llega, será siempre modesta (...)". En ese punto deja al lector, sospechoso de poeta, a la deriva, como si la esclarecedora lectura le arrastrase y dejase que naufragara su ego herido. Ahí, sabedor del deshaliento que pueden infligir sus palabras, ofrece como bálsamo salvavidas el micropoema de Borges

un poeta menor 

La meta es el olvido.
Yo he llegado antes.

Compara, tal vez recordando a Margarit, al músico de jazz con el poeta. Los iguala en el esfuerzo de ambos por esos "momentos de exaltación íntima, o de comunión casi secreta, pero que difícilmente les darán algo de brillo, y desde luego apenas les darán para comer". 

Emily Dickinson, Whitman, O´Hara, Wallace Stevens, Henry James, Lezama Lima y Joyce pasean entre las anotaciones de Muñoz Molina para dejarnos claro que lo que en este libro se reune son verdaderas voces poéticas. Todas distintas entre ellas, cada una con su singularidad, con ese algo que las hace únicas y que les permite reunirse en un todo polifónico y compacto, " (...) en tiempos en que el idioma está abaratado y envilecido por la palabrería política o comercial o ideológica, la poesía lo depura y le devuelve su limpieza (...) "   

Palabras previas titula don Antonio Gala su aportación a la presentación de esta antología que nace para hacer más grande su nombre. Corta en extensión, pero honda en contenido. También requiere de un asiento. También escrita para apaciguar el alma de poetas."Presentar a un poeta es una insensata usurpación",  sentencia como aperitivo. Defiende la labor poética, su necesaria aportación a este mundo cruel, con el genio y la elocuencia que le caracterizan: "En una sociedad en la que todo le hace la guerra, corremos el riesgo de confundir la verdadera poesía —incomparable vía de conocimiento— con los libros de poemas al uso".

La juventud de las voces que forman el libro llama la antención.  Lógicamente, hay que tomar la medida de la diferencia de edad de los y las poetas entre el momento actual, en el que se publica la antología, y el momento en el que se producen cada uno de los diferentes poemas. Tenían entonces entre 21 y 31 años. En los diecinueve años comprendidos entre 1977 y 1996 nacen los 20 nombres de esta antología relacionados para cerrar, todos y todas, ya poetas con algunos libros editados y con un algún reconocimieto en el mundo de la poesía en lengua castellana: Gonzalo Escarpa (Madrid, 1977), José Matínez Ros (Cartagena, 1981), Javier Vela (Madrid, 1981), Ángela Álvarez Sáez (Madrid, 1981), Verónica Aranda (Madrid, 1982), Javier Vicedo Alós (Castellón, 1985), David Leo García (Málaga, 1988), Cristian Alcaraz (Málaga, 1990), Alberto Guirao (Madrid, 1989), Raquel Vázquez (Lugo, 1990), Javier Temprado Blanquer (Albacete, 1992), Sara Torres (Gijón, 1991), Sergio Navarro (Marbella, 1992), Luciana Jazmín Coronado (Buenos Aires, 1991), Carla Nyman (Palma de Mallorca, 1996), Juan Domingo Aguilar (Jaén, 1993), Estefanía Arista (Tijuana, 1995), Juan de Beatriz (Lorca, 1994), Miguel Sánchez Santamaría (Madrid, 1995) y Violeta Font (Huelva, 1991).

Leopoldo Espínola
Febrero de 2023.

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